
Hace aproximadamente 15 años que científicos de todo el mundo comenzaron a revisar las evidencias que relacionaban el papel de la dieta con la aparición de ciertos tipos de cáncer. Desde entonces son muchos los estudios e investigaciones que tratan de determinar el papel de los alimentos como protectores frente al cáncer o, por el contrario, su potencial carcinógeno. Algunas de las creencias más asentadas han resultado desmentidas posteriormente con cifras más actualizadas y algunas sustancias pretendidamente protectoras, han sido denostadas posteriormente.